Después de años y años pagando cuotas por fin ha llegado el momento, vas a pagar la última cuota de tu hipoteca. Pero seguro que te preguntas ¿y ahora qué? ¿Qué debo hacer una vez finalizada?
La verdad es que ya no tienes ninguna deuda con tu entidad financiera, pero no por ello has acabado con tu hipoteca porque esta sigue registrada y esto puede acarrear algún problema, por lo que tienes dos opciones:
Quedarte mano sobre mano (no hacer nada)
El registro la cancelará por si mismo, pasado 20 años (ahí es nada); es decir, antes de ese tiempo, para cualquier trámite financiero que quieras realizar la información seguirá ahí, seguirás teniendo hipoteca.
En caso de querer venderla o coger una nueva hipoteca sobre la misma, la vivienda no constará como “libre de cargas”.
Cancelar registralmente la hipoteca
En este caso se podrá encargar este trámite a la entidad financiera, el cual no estará libre de gastos de gestoría debido a los trámites asociados; o bien hacerlo nosotros mismos ahorrándonos parte del coste (no todo):
- Solicitar, gratuitamente, un certificado de deuda cero en nuestra entidad financiera (la de la hipoteca).
- Acudir a un notario para pedir una escritura pública de cancelación de la hipoteca. Esta deberá ser firmada por el apoderado de la entidad que concedió la hipoteca que será avisado por el notario (200-300€).
- Rellenar el formulario del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (Modelo 600) en la Delegación de Hacienda de nuestra Comunidad Autónoma (sin coste).
- Desplazarnos al Registro de la Propiedad de código postal de nuestro inmueble y entregar la documentación (100-200€ según el valor de la vivienda).
Para asegurarnos de que todo se ha realizado deberíamos pedir una nota simple al registro (10€).
Como podéis ver no es un proceso difícil y nos ahorrará algo de dinero que, tras todos estos años pagando la hipoteca nos vendrá de perlas para invertir en una decoración que la ponga en otra dimensión o en cualquier otra cosa que necesitemos.
